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LITERATURA

Un espacio donde compartir reflexiones y sugerencias sobre literatura actual y clásica.

Bodas de sangre: Federico García Lorca o la penetrante calidez de la vida y la muerte.

4/21/2016

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POR: V. H. TORO 
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"Federico García Lorca sin espinas" (Autor: Aguijarro, 2007)
Referencias groseras han sido todos los intentos de describir la obra de García Lorca, groseras, incluso ésta, porque de la multitud de cosas que pudiéramos decir a favor del escritor andaluz ninguna supondría más que una ligera aproximación a la belleza que experimenta, la sensación estética única que experimenta quien lo lee. La prosa y el verso que encontramos en él confunden la vista entre la poesía y la vida simple de la provincia, la vida de las costumbres; ¿será que la poesía es también el canto de la calidez de las costumbres?, quién sabe. Lo que es seguro es que “Bodas de sangre”, tragedia estructurada en verso y prosa, escrita en 1931, nos retrata la belleza amarillenta, amarillenta de la orden de lo cálido, amarillenta como el ocaso o como el crepúsculo de los días que acontecen en Andalucía. De ése amarillo que arropa, que cubre, que calienta, que se siente, que se respira y en el que se desea morir…

La muerte, ulterior destino de todo cuanto existe, supone también el destino trágico del amor. No diré más. Alguien debe morir, para dejar con su deshonra en la soledad de la vida desdichada a quien otrora fuera fuente vida. “Bodas de sangre”, como en toda buena tragedia, esconde entre los recovecos simbólicos de sus palabras mensajes cifrados: una luna que despide venganza, que con su luz azul siniestra el escenario y al espectador (imaginario o de facto), tres leñadores, la trinidad encarnada en varios lugares, deliberando, asumiendo, confesando y acusando; la viuda, la madre sola, apesadumbrada por las pérdidas que le ha dejado la vida y las que habrá de dejarle. Si usted quiere leer algo de intensidad, de hiper-sensibilidad, lea “Bodas de sangre”, no solo se siente, no es la vulgaridad de la sensación la que se recoge, sino el sublime y estético encanto del dolor en el verso, del dolor en la prosa. La seguridad permanente de que no nos iremos bien librados, pero de que la desdichada liberación de la hablamos no será en vano. El mensaje es claro y está ahí: vida, desilusión, impulso, agonía y muerte…

García Lorca era un genio literario arrebatado de nuestra lectura prematuramente, por el brazo insaciable y monstruoso de la revolución armada, como quiera que se quiera denominar a ésta. Nos queda más que leerlo, como obligación ontológica, porque al leerlo, nos leeremos; pero bajo el lente amable de la belleza poética que hace que lo sentido, aún lo doloroso y quebrantador, se encuentre con el plus de gozar. 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: 
García Lorca, Federico. (2014), "Bodas de sangre", Madrid, España: Ed. EdimatLibros.
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