POR: V. H. TORO Quizá podamos reconocer desde el año de su nacimiento la aventura intelectual que supondría el trabajo de Jacques-Marie Emile Lacan, nacido al año uno del inicio del siglo pasado, quiero decir 1901, fue un hombre que nació con el siglo el 13 de abril. Nacido en una familia de antecedentes comerciales (dedicados a la producción y comercio de vinagre) en Orléans, el joven Jacques, creció inmerso en la media burguesía católica francesa, si bien, educados y pensantes, tampoco eran el referente del intelectualismo francés y mucho menos de la alta burguesía cultural francesa de aquella época; su padre, un hombre por demás apocado y de lo que se puede decir poco, y una madre inteligente pero volcada determinantemente a la religión. Fue éste, el contexto en el que vio la luz por primera vez Jacques-Marie (en honor a la Virgen María) Emile (en honor a su abuelo paterno, hombre reacio). Brillante en sus estudios, luego de estudiar en el colegio de Stanislas, Lacan rompió definitivamente con el catolicismo; a los 16 años comenzaba a experimentar intereses por la filosofía, fundamentalmente la Ética de Baruch Spinoza, para pasar luego a la aventura intelectual de Nietzsche. El joven Jacques no era lo que su familia, burguesía conformista a más no poder, deseaban que fuera y por lo demás sus padres no estaban excepcionalmente felices con los intereses intelectuales del joven Jacques. Establecido en París hacia 1920, el joven Jacques comenzó a manifestarse e introducirse en el medio intelectual y artístico parisino; buscando tertulias y aproximándose al arte surrealista naciente en ésa época; ya como interno en el Hospital Sainte-Anne, fue alumno de dos personalidades, quizá las más importantes, de la psiquiatría francesa de la época Henri Claude y Henri Ey. Para 1932 comenzó su análisis didáctico con Rudolph Loewenstein (que terminará con una fuerte enemistad) y al final del año publicó su tesis titulada “De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad”, tesis que contemplaba un aparente caso de “psicosis de autocastigo” como referirá Lacan, y que tomaba por objeto el célebremente conocido “caso Aimée” (se trataba en realidad de Marguerite Anzieu, en los cruces que efectúa el destino, Lacan se encontrará con el hijo de ésta y se hará su analista hasta el momento en que él descubre la fatídica relación entre su madre y el caso de psicosis retratado por Lacan). El texto fue recibido en el París de los 30’s con gran entusiasmo, representaba un referente de la psiquiatría no organicista y pro-freudiana de la época, personalidades como Salvador Dalí y René Crevel festejaron la aparición del texto. Si bien, este reconocimiento como un gran intelectual de valor le satisfacía, diferente era en los círculos psicoanalíticos en los que poco era considerado. En los siguientes años, precisamente, en 1934 contrae nupcias con su primera esposa Marie-Louise Blodin; matrimonio que no se caracterizó por una fidelidad absoluta, cuestión que a Marie poco le agradaba y por el contrario le hacía sufrir, a pesar de ésas condiciones tan poco favorecedoras el matrimonio procreó a tres hijos: Caroline, Thibaut y Sibylle. Para 1936, Lacan se inició en los cursos que daba Alexandre Kojéve sobre La fenomenología del espíritu de Hegel, la lectura kojeviana de Hegel influirá en sobremanera en sus primero trabajos sobre el Deseo articulando éste en una forma de dialéctica del amo y del esclavo, mediante la fórmula “el deseo es deseo de reconocimiento”. De sus vínculos con Kojéve, Bataille, Queneau, entre otros, Lacan extrajo su idea de que Freud debía ser re-leído y re-interpretado “a la letra”. En ése mismo año (1936) llega al freudismo internacional mediante el Congreso Internacional de la IPA, congreso en el que habría de publicar su célebre trabajo sobre el “estadio del espejo”, sin embargo, según refieren Roudinesco y Plon, Ernest Jones al cabo de 10 minutos de exposición le habría de cortar la palabra. En 1937 se enamoró de Sylvia Bataille, exesposa de George Bataille; luego de cuatro años de un romance en “secreto” con Sylvia y que implicó un desastroso final con su anterior esposa Marie, Lacan se divorció en 1941. Año en que nació Judith, cuarta hija de Lacan a la que, por las condiciones civiles francesas de aquella época, no habrá de darle su apellido hasta 1964. Quizá podríamos encontrar en éste fatídico evento las condiciones personales primitivas de la formación del concepto lacaniano de “Nombre-del-padre”, quién sabe. Por su lado, su análisis didáctico con Loewenstein finalizó luego de seis años y medio, concluyendo con fuertes desavenencias entre ambos; por interdicción de Édouard Pichon, Lacan fue reconocido como titular en 1938. Durante la guerra, Lacan se dedicará casi exclusivamente a la atención de su consulta privada, no dejará de manifestar su malestar y rechazo a todas las formas de antisemitismo y al intolerante régimen de Vichy. Al final de la guerra cuando Sylvia logró divorciarse de George Bataille, se casa con Lacan en agosto de 1946. En 1950, Lacan comienza sus seminarios en su llamado “retorno a Freud”, tomando como ejes de su enseñanza y de su lectura de la obra freudiana a Heidegger (de quien toará el cuestionamiento del estatuto de verdad, del ser en cuanto ser y de su develamiento), a Levi-Strauss (de quien dedujo la idea de lo simbólico, a fin de construir una nueva tópica: simbólico, imaginario y real) y en Saussure (de quien tomará las nociones de significante). Pronto sus desarrollos teóricos durante sus seminarios comenzaron a formar grupos de alumnos fascinados por su enseñanza; junto a Francoise Dolto, quien quizá haya sido la única amiga formal y auténtica de Lacan (única a quien hablaba de “tú”), Lacan se fue consolidando de poco a poco en teórico y clínico reconocido, alrededor del cual comenzaban a girar las elaboraciones psicoanalíticas francesas. Luego del primer sisma francés de 1953, Lagache fundó entonces la Sociedad Francesa de Psicoanálisis; donde se encontraron nombres como Lacan, Dolto, Favez-Boutonier, así como grandes personalidades de la tercera generación psicoanalítica francesa: Didier Anzieu, Jean Laplanche, Pontalis, Leclaire, Octave y Maud Mannoni, entre otras. Sin embargo luego de diez años, en los que duró el seminario de Lacan ininterrumpidamente lo que suscitó un gran esparcimiento de su pensamiento y el reconocimiento como el genio del psicoanálisis que era, se formó el segundo sisma francés, en 1963 Lacan fue “excomulgado” de la comunidad psicoanalítica, traicionado por algunos y denostado por sus antiguos adversarios en 1964 la SFP se disolvió dando lugar a la Escuela Freudiana de París, aunque muchos de sus más brillantes alumnos no se adjuntaron a su nueva escuela, cuestión que generó que su seminario se trasladase, Althusser mediante, a la Escuela Normal Superior, donde habría de continuar cautivando a nuevas generaciones de jóvenes, entre las que se encontrará su heredero más oficial y su futuro yerno Jacques-Alain Miller, quien se casará con Judith (Miller) en 1966 y quien será uno de los principales recopiladores de su obra. Un año después de la fundación de la Escuela Freudiana de París, Lacan funda la colección del “Campo Freudiano” bajo la editorial Editions du Seuil, en 1965. Motivado por su más cercanos colaboradores edita sus “Escritos”, de los cuales en tan solo una quincena, luego de la publicación, se vendieron cinco mil ejemplares. En lo sucesivo Lacan se fue consolidando cada vez más en la enseñanza, práctica y teórica del psicoanálisis francés; desde Michel Foucault hasta Deleuze serán lectores de su obra. Cuatro años después en 1969, proponiendo una nueva medida de “pase” se generó la tercera gran sisma francés, en el que analistas de la talla de Piera Auglanier se separaron del grupo lacaniano y formaron otras escuelas. Una década después el 5 de enero de 1980 la Escuela Freudiana de París desaparecería de manera definitiva y el movimiento lacaniano habrá de separarse en una serie de pequeños grupos. El 9 de septiembre de 1981, casi un año después, Jacques Lacan, atormentado por daños cerebrales y una afasia parcial que le impedía el habla (irónico, trágico y doloroso destino para quien había planteado en el habla el centro del psicoanálisis clínico), fallecía renunciando contra la ablación de un tumor maligno de colon, dejando tras de sí una teoría poco recogida como una unidad y cientos de miles de seguidores a lo largo del mundo, quienes lo recordarían como el "Grande francés". REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: Roudinesco, Elizabeth; Plon, Michel. (2011), "Diccionario de Psicoanálisis", Ed. Paidós: México, D.F.
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Mayo 2016
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