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​ENTREVISTAS

Expertos hablan sobre temas actuales de las diferentes áreas del psicoanálisis y sobre las problemáticas cotidianas del mundo moderno. ​

Padre josé antonio fortea: "diferenciales y profundidades: posesión demoniaca - trastorno psicológico"

8/13/2018

5 Comentarios

 
Entrevista por: Hugo Toro. 
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Antecedentes: 
El padre José Antonio Fortea Cucurull es sacerdote católico, especializado en demonología y doctorado en teología por el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum de Roma. 
Se ha desempeñado como exorcista y actualmente se dedica a la escritura. Entre sus libros más afamados se encuentran:
- Summa Daemoniaca: Tratado de demonología. 
-      Exorcística. Cuestiones sobre el demonio, la posesión y el exorcismo. 
-      Un Dios misterioso. 
-      Memorias de un exorcista. 

Esta entrevista fue realizada el día 12 de agosto de 2018, deseamos hacer un especial agradecimiento al Padre Fortea por su inmensa amabilidad y disposición para responder nuestras preguntas. 

Padre Fortea, antes que anda es un placer para mí poder hablar con usted y a nombre de todo el equipo de Distrito-Psicoanalítico le agradezco enormemente la oportunidad que nos brinda de realizar esta entrevista en la que vamos a abordar, precisamente, algunos temas alrededor de la posesión demoniaca.
 
P. Fortea: ¡Nada! Es un placer desde la cálida España.
 
HT: Gracias, padre. Quisiera comenzar con un tema quizá bastante básico, padre. ¿Qué es el diablo para la Iglesia en nuestros días? ¿Es una entidad personal, una energía, quizás, una abstracción del mal que acontece en el mundo?
P. Fortea: El diablo para la Iglesia es lo mismo que en todas la épocas, la fe de la Iglesia no cambia, la fe de la Iglesia es un depósito que se transmite de generación en generación. Sigue siendo lo que era, un ser personal, maligno, sin posibilidad de redención y que es un ser sin cuerpo espiritual.
 
HT: En este sentido, ¿por qué ya no hay posibilidad de redención? Es decir, ¿él ya no puede arrepentirse?
P. Fortea: Mmm, esa es una cuestión que nos podría llevar largas discusiones, de hecho un informático desde Irlanda me llama varias veces este verano para discutir justamente esta cuestión, es un lector bastante entusiasta de mis libros y la gran cuestión: es una persona muy lógica; que le parece apasionante cómo un ser libre puede tomar una decisión definitiva que no permita su salvación pase el tiempo que pase.
Bueno, hay que empezar por decir que la Biblia así lo dice, entonces la cuestión siguiente para quienes nos dedicamos a la teología es:  ¿es esto posible según la razón? Bien, según la razón sí que es posible, aunque no sea nada fácil de explicar, aunque tampoco se pueden explicar otras tantas cosas: por qué el Sol sigue funcionando todos los días, hay cosas que son difíciles de explicar pero que existen. En este caso pasa lo mismo, razones psicológicas, y uso esa palabra con toda su propiedad, las razones psicológicas, si uno lee mis últimos libros, sobre todo “Historia del mundo angélico”, “Las corrientes que riegan el cielo”, la razón psicológica a mí me parece la mejor para explicar lo que es el núcleo del infierno, la razón por la que existe el infierno y por lo tanto la razón psicológica es lo que es, la única forma de entender la irreversibilidad de algunas decisiones que podemos tomar los humanos, normalmente son reversibles, pero no repugna a la razón saber que hay como fruto de un largo proceso un endurecimiento psicológico, una cerrazón total, que llevan a tomar decisiones que de hecho son irreversibles.
El problema es el mismo sea el diablo, que es el demonio más importante que hay en el infierno según la Biblia, sea el último condenado, el menos importante. El problema lógico, porque es una cuestión de lógica, es el mismo. Y es complejo, reconozco que es complejo, sabiendo que hay un ser infinito (y ellos lo saben), que una persona pueda rechazarlo dentro de los próximos tres mil millones de años y dentro de los próximos cinco mil millones de años. Ese tema es más complicado de lo que parece, pero es posible, es posible.
HT: Teológicamente, ¿Por qué el demonio está interesado en poseer los cuerpos de las personas? ¿No se trata de una contradicción? Es decir, poseer implicaría muchas veces una comprobación directa de su existencia y, por concomitante relación, de la existencia de Dios a quien combate.
P. Fortea: Eso para entenderlo sólo hay que ver el comienzo de los Evangelios, cuando presentan las tentaciones a Jesús por parte del demonio; de nuevo es lo que hablábamos antes, el cristianismo por naturaleza no tiene fisuras lógicas, eso me parece indudable después de haberle dado vueltas toda la vida. ¿Cómo es posible, diría el que no sepa mucho, que una criatura se atreva a tentar a Dios, Dios encarnado si él sabe que Dios no puede pecar? Entonces alguien diría “esto no es posible” claro, pero yo siempre les digo que el demonio no pudo contener la tentación, eso iba contra sus planes, que si Jesús sufriendo la tentación, porque realmente la sufrió, resiste y no peca (no podía pecar por otra parte); sí que le costó resistir pues eso le ayuda a su santificación como Hombre, como criatura; eso es lo que hizo el demonio, él sabía que no lograba nada, al revés, que santificaba al hombre Jesús a través de la prueba, pero el demonio no pudo resistir la tentación. Pasa un poco lo mismo con las tentaciones, como un mero ajedrez de conceptos, no se le puede pedir al demonio que resista la tentación, el demonio tiene tentaciones que proceden, vamos a decirlo de un modo poético “de su corazón”, no se le puede pedir que resista nada más, sobre todo a sabiendas que es algo que le va a beneficiar, [pensemos   que] también el médico fuma, también Hitler sin haber ganado la batalla de Inglaterra se embarcó en una guerra contra Rusia, es decir, a veces el mal hace cosas sin lógica.
 
HT: El padre Gabrielle Amorth en su texto “Narraciones de un Exorcista” dice que algunos síntomas de la posesión son las ideas obsesivas que invaden al sujeto y no le permiten desempeñar sus labores, ¿Es esto cierto? Ahora bien, ¿Cómo podemos diferenciar una sintomatología de tintes neuróticos de aquella cuya etiología se encuentra en elementos sobrenaturales?
P. Fortea: Bueno, efectivamente, esto es algo parecido a un juez que le pide al psiquiatra que examine a un acusado de asesinato, para un profano a veces no está claro  el distinguir a una persona que ha matado a 15 personas y el psiquiatra dice “este hombre no está enfermo, es plenamente consciente de sus actos, plenamente responsable, distingue entre el bien y el mal", no hay ningún diagnóstico de este lado, de otro que quizá solamente haya matado a dos y lo revisan los psiquiatras y dicen “este hombre está enfermo, este hombre no es responsable de sus actos”. Efectivamente, a veces los signos pueden parecerle al profano iguales pero no lo son; en el caso de la posesión es cierto que hay muchos signos, no todos, que coinciden plenamente con muchas variedades psiquiátricas. Sin embargo, es la experiencia y el sentido común lo que hacen ver que alguien está poseso, siempre pongo un  ejemplo, poco de manual, una persona normal sin problemas mentales que un día utiliza la Ouija y le entra un espíritu, desde ese momento las ideas obsesivas son tremendas, un trastorno obsesivo, empieza a ver cosas que los demás no ven, diríamos, alucinaciones, empieza a tener trastornos convulsivos de algún tipo, empieza a tener una fobia intensa hacia lo religioso; sí, todo puede tener muchas cosas en común con muchas enfermedades, el exorcista dirá “mire, lo exorcizamos una sola vez –a veces con una sola vez ya basta- y ya quedó liberado, después de medio año, de dos años.” Eso es un caso un poco de manual pero los he tenido, donde se prueba como el conjunto ya por mero sentido común el psiquiatra les indicaba que lo que necesitaban era un sacerdote.
Sin embargo, hay casos en que las personas dicen tener al demonio dentro del cuerpo o que se le mueve dentro de la piel, que oye voces, que ve al demonio y si lo ve el exorcista dirá: este caso claramente es una enfermedad mental, tenemos con cierta frecuencia, no es lo más frecuente, pero lo tenemos con cierta frecuencia casos de pues trastornos alucinatorios, digo que no es lo más frecuente porque la mayor parte de las personas que me vienen a ver son gente normal que tiene dudas, miedos; la mayoría no son enfermos.
 
H.T.: Es decir, usted no anticipa un diagnóstico de posesión.
P. Fortea: Por supuesto que habrá errores, porque Errare Humanum Est, habrá exorcistas peores y otros mejores, yo nunca me he fijado demasiado en unos cuantos síntomas dichos en un libro, lo mejor es siempre la observación integral del caso; el sentido común dice mucho porque, es curioso, a veces vienen acompañados de la familia y la familia dice “mire, este caso tiene que ver con el demonio”. Y no estamos hablando de casos de unos pobres campesinos que no saben leer. No. Vienen jueces, empresarios, vienen personas con sus carreras y con una formación muy grande, a veces vienen médicos también [risas]; cuando esas personas, acompañadas de personas muy cultas dicen “mire padre, creános: este caso es demoniaco”, a veces antes de empezar a examinar el caso dices “aquí parece que hay algo”. Hasta los pueblos más primitivos sabían que había enfermedades mentales, no sabían los nombres pero sabían que había enfermedades, esos mismos pueblos reconocían que esos mismos casos de enfermedad podían ser provocados por el demonio. Es falso lo que se suele decir que antiguamente todas las enfermedades de la mente se creían provocadas por lo demonios, eso es una tontería. Los pueblos precristianos tenían los dos conceptos, es decir, ellos pensaban que era una cosa y muy pocas veces pensaban que era lo otro. Y eso siguió en la Edad Media cristiana, donde había enfermos mentales que eran comúnmente aceptadas pero algunos, poquísimos, casos no.
 
H.T.: Eso es un dato muy revelador, la opinión más difundida es justo la opuesta.
P. Fortea: Si pues se ha escuchado a muchos médicos en documentales decir que la epilepsia era posesión. ¡Eso es una tontería! Ya desde antes del cristianismo se sabía que existía la epilepsia, estaba totalmente descrita, a veces heredada, hasta yo hoy que he vuelto a leer “Sinuhé: el egipcio”, entonces los egipcios, por lo menos en la novela, parece que dicen que hay que ponerles un palo para detenerles la boca, sabían diferenciar bien la epilepsia, etc. Siempre en los relatos de la Edad Media aparecen los diálogos entre el sacerdote y el demonio, ellos lo sabían, en la epilepsia no hay conversaciones, no es posible tener conversaciones, ni tampoco hay gruñidos como si fuera un animal, puede haber algún espasmo de la glotis cuando hay una crisis pero de ahí no pasa. Además de que en una sociedad más rural la gente se conocía y si el cronista decía que se había liberado se sabía perfectamente que había un asunto sobrenatural, todo el mundo lo conocía, era una sociedad mucho más familiar, por lo tanto si el exorcismo se hacía era porque funcionaba.
Los prejuicios actuales los volcamos en la Edad Media, todavía hay mucha gente que piensa que si decías que la tierra era redonda te quemaban en una hoguera, pues ese es un típico ejemplo de ignorancia sobre una época que es muy común pero es falso. Lo que he dicho de la tierra redonda pues aplica también a pensar que aquellos hombres eran unos pobres necios que pensaban que todo lo provocaba el demonio.
Sobre todo la gran propaganda contra la Edad Media viene desde el siglo XVIII y ya en el XIX se escriben novelas que van configurando una opinión, una imagen de la Edad Media. Europa no tiene nada que envidiar de la Edad Media del siglo XII en comparación a la mejor época del Imperio Romano. Ni en lo económico, ni en lo cultural, ni en las pinturas; en esa época no hay nada que envidiar al mejor momento del Imperio Romano. Por otra parte, el Imperio entra en decadencia desde el siglo III, lo que pasa es que la Edad Media fue mucho más próspera en todos estos aspectos durante muchos más siglos de lo que duró el Imperio Romano.
 
HT: En su libro “Summa Daemoniaca” usted dice en el capítulo III: “La influencia interna es el fenómeno por el que un demonio ejerce cierta influencia sobre el cuerpo, la mente o el espíritu de una persona. Mientras que en la influencia externa, el demonio al actuar desde fuera tiene menos poder.” Este tipo de aseveraciones, ¿No implicaría necesariamente una liberación de la responsabilidad de las personas sobre el bien o el mal que cometen? ¿Queda lugar para conceptos, como el freudiano “pulsión de muerte”, para explicar conductas autodestructivas como las drogas, la promiscuidad, etc., si se plantean cosas como la Influencia demoniaca?
P. Fortea: Vamos a ver. El demonio lo único que hace es tentar, por lo tanto la persona sigue siendo libre, en todo momento puede ponerse manos a la obra para ir en dirección contraria haciéndole frente a esas tentaciones. La persona, el ejemplo que ponías, si alguien tiene relaciones sexuales 50 veces, pues no, por supuesto que eso no tiene que ver con el demonio necesariamente. Hay gente que hace muchas cosas, incluso malvadas, y no están poseídas. Para la Iglesia el demonio es una fuente de tentación, pero la Iglesia habla en general, después ya no particulariza diciendo “esa persona lo hace por sí misma y esta por tentación del demonio”. ¿Si el demonio existe? Indudablemente. Tiene una actuación en este mundo, la Iglesia no se mete después a dilucidar ese tipo de asuntos, ni en las personas, ni en las naciones; no se dice “esta nación ha caído en estos males por culpa de que este demonio”, ¡no! Eso la Iglesia no lo hace, la Iglesia solo habla en general, dice que hay tentaciones que se producen en el hombre a través del entorno, el mundo, y otras del demonio. Mundo, demonio y carne, carne como todos los pecados que proceden de uno mismo. Pero no entra nunca después a lo otro, pues se requeriría ver el mundo espiritual y la Iglesia predica la fe pero no ve el mundo espiritual, yo tampoco lo veo, nunca he visto un demonio, por otra parte [risas], debo tener una fortaleza de la psique porque todos los días hablando del demonio, pensando del demonio, escribiendo sobre el demonio, pero nunca he visto ningún demonio [risas].No tengo ningún afán de verlo, sé que existe, pero no, nunca he visto ni ángeles ni demonios nunca. Lo que veo en el mundo material ya me lleva a pensar que existe un ser infinito, un arquitecto universal, un creador, un motor inmóvil como diría Aristóteles, una vez que crees en Dios ya creer en ángeles y demonios es una cuestión menor.  La cuestión es si existe Dios, ya si crees que existe Dios creer en la Inmaculada Concepción de María, en el ángel de la guardia, en la multiplicación de los peces es ya una cuestión menor, lo importante es saber si existe Dios. Yo lo que veo en el mundo material me lleva a pensar que sí y en mi opinión es hasta probativo, es decir, no es posible sin Dios, lo que veo en el Universo.
 
HT: Si el demonio posee un cuerpo es natural utilice medios materiales para ello, al menos es lo que mi lógica me indica, esto querría decir que echa mano de los procesos neurológicos que sustentan el trabajo cerebral para hacer que el sujeto realice las actividades que realiza, tomando en cuenta eso, ¿qué lugar le da a las neurociencias en sus tratamientos de exorcismo?, ¿se puede trabajar al unísono un caso de posesión con un tratamiento psiquiátrico, pongamos por ejemplo el uso de anticonvulsivos?
P. Fortea: Bueno, cuando vienen los casos, hay casos claramente psiquiátricos que no tienen nada del demonio. Yo ya no estoy ejerciendo como exorcista, me dedico ya a otros asuntos, a escribir mis libros; pero cuando yo ejercía, pues venía a verme la gente que había hecho un viaje largo para verme y yo tenía que ser sincero y les decía “mire usted tiene una enfermedad mental y tiene que ir a un psiquiatra, usted tiene esto”. Se los decía. Había casos que decía “usted necesita un psicólogo, tranquilo, con ayuda de un psicólogo  saldrá adelante”. Después había otros casos claramente demoniacos, como el caso de manual que he dicho antes, llegan en un momento dado, se hace un exorcismo y se acaba. Son únicamente demoniacos, se observa que la persona está bien psiquiátricamente hablando y se hacen los exorcismos, estaba bien y sigue bien. Después hay otros casos en los que hay una mezcla, ves que hay una influencia demoniaca, ¿por qué sabemos que hay una influencia? Porque hay una manifestación cuando oramos, clara, nítida, genuina, sí hay un espíritu que está actuando; pero también ves una enfermedad. Entonces en esos casos sí, bien sea psicólogo, o en los casos más graves psiquiatras, se le dice que se va a orar por ellos pero que deben acudir a estos especialistas.
Por ejemplo, viene una chica, me habla de sus problemas, un trastorno compulsivo y pienso, este caso es absolutamente de psiquiatra, porque era un caso muy fuerte, se tenía que lavar las manos más de treinta veces al día, tenía las manos, bueno, espantosamente, la piel estaba totalmente abrasada. Y bueno era un caso psiquiátrico y se sigue el protocolo en el que se ora por ella, pero de pronto descubro que  había una posesión y además fue una reacción clarísima y nítida; que hay reacciones de las que puede haber dudas si pueden ser un histriónico o una mente completamente obsesionada por las películas de exorcistas o esquizofrenias, en fin, hay razones por las que alguien sin querer mentir va a imitar las películas y los libros. Pero en este caso no, este caso era clarísimamente una influencia. Bueno pues en ese caso se le dice “mira tienes que seguir con el psiquiatra” que hasta ese momento no había resultado muy efectivo pero le dije que tendría que seguir y la cité una vez a la semana para orar por ella y que se alejara ese espíritu que la estaba tentando.
Otro caso llegó y dije claramente: esquizofrenia. Y bueno, recé por ella, era un caso en el que tenía una enfermedad mental, pero estaba poseída; además fue una relación que duró largo tiempo. Sí hay casos mixtos en los que hay lo uno y lo otro. 
 
HT: En el capítulo IV, usted habla de diez indicadores contenidos en la “escala SD” de grado de posesión demoniaca, sin embargo, los diez indicadores son síntomas que se encuentran fácilmente en algunos trastornos psiquiátricos, ¿al final todo se reduce a un asunto de fe, es decir, no hay una certeza de posesión o cómo podríamos asegurarnos de la presencia de un demonio?
P. Fortea: Sí, yo reconozco que, por ejemplo, en el tema de la obsesión, externamente es lo mismo. Una persona que tiene una obsesión si va a un psiquiatra va a dar un informe basado en lo que ve externamente. Además ya cuando algunos obispos han derivado los casos para que dieran el informe, yo después he hablado con algunos psiquiatras y les he dicho “si yo fuera psiquiatra pues haría un informe de acuerdo a lo que veo externamente”, yo no puedo ver el mundo del espíritu, yo no puedo ver su alma.
Si a mí me viene una mujer diciendo que se le aparece la Virgen María yo diría que tiene esquizofrenia y punto final. Que si sí se le aparece la Virgen pues eso ya es cuestión del Señor Obispo. El tema de “enviados”, yo no lo he visto adecuado.
Ahora respecto a lo que me decías de la escala SD, reconozco ese paralelismo y además sé que se podría llevar a un especialista y podría decir que eso lo podría haber hecho un psiquiatra, lo mismo, exactamente. Solo que en mi caso yo sí que creo que existe un demonio.  
 
HT: Actualmente, existen muchas personas que se dedican a las llamadas “artes espirituales” (Reiki, tarot, angeología, etc.), ¿Por qué existe gente que se ve beneficiada de esos tratamientos en supuestos casos de posesión?
P. Fortea: Bajo mi experiencia ninguna persona queda liberada por acudir a ese tipo de personas. Y créeme que he hablado con muchas personas de estos campos, como el Reiki y estas cosas, y ellos mismos reconocen “no es nuestro campo”. Porque sí que hay personas dedicadas a la brujería, ellas sí que dirán “sí, sí, se los expulsamos”, esas no cuentan, porque vayas con lo que vayas te van a decir que lo van a solucionar, lo mismo que a mí me vienen y les digo “mira que esto no es mi campo”, la ventaja del brujo es que ofrece una solución, aunque luego no soluciona nada.
En el exorcismo no se cobra absolutamente nada, dure lo que dure. Nunca. Nada. Ni los gastos si quiera. Ni se le va a decir “bueno, dame lo que sea tu voluntad”. Se le atiende y con que quede liberado, todos quedan satisfechos. Seguro una persona no es mucho, pero recibir todos los días, como yo hacía, por la mañana y por la tarde, eso ya es más pesado; eso ya hay que hacerlo por amor a Dios y al prójimo, porque llevas años y años y años, recibiendo a gente horas y horas y horas, pues es algo muy loable por parte de tantos sacerdotes, porque hay casos de cientos de horas. Pero bueno la liberación ha valido la pena.
 
HT: ¿Puede haber posesión demoniaca en personas que no han tenido contacto con la religión cristiana? Es decir, ¿un niño tibetano podría ser poseído y de ser así qué sería de él si no hay quien lo libere de dicho mal?
P. Fortea: Bueno, quizás esta pregunta que has hecho está en conexión con la anterior. Casos de cientos de horas, la verdad es que solo he tenido yo creo que dos. Uno de ellos había levitado, había hecho tales cosas que no había ninguna duda de que estaba poseída, por eso se retardó tanto tiempo. Y una de las cosas que salió en una de las sesiones, dicho por el demonio que estaba en ese momento hablando, es que claro, ese caso duraba mucho pero que las oraciones no se perdían, las oraciones ayudaban a otras personas. Expresamente dijo eso “estáis ayudando incluso en el Tíbet”. No me extraña, la oración no tiene límites y hay casos de lugares donde no tienen exorcista que acabarán al cabo de un tiempo, porque hay gente que está en otros lugares orando contra las potestades de las tinieblas.
Se ora contra el demonio concreto pero el ritual también hace que el sacerdote recite muchas oraciones contra las potestades del infierno en general.
 
HT: Hablemos un poco del bien y el mal. En su ya comentado libro usted declara: “La ética sin Dios sería como un coche de bomberos en medio de un incendio de dimensiones cósmicas.”, ¿Cómo concibe usted éticas deontológicas como la kantiana que prescindió de toda idea de Dios y logró elaborar un aparato ético que sustenta una conducta debida (imperativo categórico)?
P. Fortea: Es evidente que al final los que están en África ayudando a los leprosos  y a los pobres y tal, la inmensa mayoría de los que están ahí lo hacen por amor a Cristo, eso es así. No digo yo que no pueda haber personas ateas que están en los lugares de máxima pobreza, sí hay algunos casos, pero son pocos. La gente piensa que no, pero yo les aseguro que son pocos. Porque hay muchas ONG´s, muchísimas ONG´s, que buena parte de todo su presupuesto se les va en propaganda. Y sé cosas concretas que me lo han dicho gente que han estado dentro. Esto demuestra que aunque hay personas ateas, no creyentes, que lo hacen por puro altruismo (lo que me merece todo el respeto) son excepción.
Si uno va a los lugares donde están los leprosos, donde están las cosas más horribles de pobreza y enfermedad al final a quien se encuentra es a cristianos, lo otro es una excepción. Aunque, gracias a la propaganda, haya ONG´s que pareciera que están dando de comer a media África y ayudando a todos en África, pero no es verdad, yo he recorrido muchos países y sólo me encuentro en muchísimos lugares a cristianos y a nada más que cristianos. Casi todos católicos, sea dicho de paso. No tengo nada contra los protestantes, ni de todos ellos, pero en todas partes lo que hay casi siempre es católicos. Y esto es una realidad.
Después otro ejemplo que se puede poner, la moral kantiana o cualquiera puede decir lo que quiera pero al final si tienes una tentación muy grande con una mujer casada y tal: o te aferras totalmente a la oración y a Dios o si sigues solamente con cuestiones filosóficas, al final haces que esa mujer sea infiel a su marido, eso es así. Puede haber excepciones, las hay, pero son pocas.
Porque en el cristianismo no solamente hay predicación de los mandamientos, hay también una ayuda de los sacramentos y de la oración.
 
HT: Finalmente, padre. Desde su perspectiva, ¿queda lugar para el rito del exorcismo en un mundo que parece desconfiar cada vez más de la Iglesia y recurre menos a explicaciones sobrenaturales o a fomentar una vida espiritual verdaderamente profunda?
P. Fortea: Mientras no lo prohíban las leyes la gente seguirá pidiendo exorcismo. Pero yo pienso que al final las leyes lo impedirán. Seguirá habiendo brujos, chamanes, seguirá habiendo santería afro-cubana de todo; contra los que van a ir es contra los exorcistas, contra la Iglesia. No pienso que el exorcismo pueda seguir realizándose en Europa más allá de 10-15 años, se acabará prohibiendo por parte de las autoridades. A los demás sí que les dejarán hacer lo que quieran, pero a la Iglesia no. Dirán que es un intrusismo con el tema de la ciencia y que se les hace mucho daño. El brujo no, en la brujería  no es un proceso no es un acompañamiento de la persona, ahí es usted quiere esto, me paga tanto y yo le hago eso, todo está claro en ese sentido. El sacerdote no, el sacerdote escucha, trata de dar consejos, trata que la persona se enmiende. No es llegar y “venga, hacemos el exorcismo”, es tratar de que la persona cambie y eso da pie a que si alguno no sigue con el exorcismo y se vuelve contra la Iglesia la acuse de que le han deformado o le han hecho daño a su psicología o  de que le han quedado traumas.
 
HT: Padre Fortea, muchísimas gracias por esta amable y amena entrevista que nos ha concedido.
P. Fortea: Espero que no tengáis tanto calor en México como hace aquí en España; y pues nada, ha sido un placer.
 
HT: Muy amable, padre. Que refresque pronto.
P. Fortea: [Risas] Hasta pronto, hasta pronto. 
5 Comentarios
Jeni
2/10/2019 03:14:21 am

Buenas tardes quisiera contactarme con el padre José Antonio Fortea me urge su ayuda somos una familia colombiana que estamos en España en busca de ayuda a personas que padecen este problema tan grande

Responder
Claudio
3/5/2019 04:36:50 am

Hola si puedo ayudarte cuenta conmigo.
También estoy pasando por situaciones muy complicadas en tratamiento espiritual en Madrid para resolver el problema.

Si te parece oportuno contarme algo de vuestro caso os escucharé.

Un saludo.

Responder
Ricardo Manzaneque
2/9/2020 01:39:59 pm

He leído la entrevista y me parece inapropiado que utilicen a este pobre hombre.
Tarados, Ilusos o, simplemente gente que necesita creer estar en posesión de la verdad, hay muchos y nunca ha valido la pena urgar en la mierda ajena. También kleinianos encerrados en un patético personaje.
Me parece miserable.

Responder
Miguel Angel Córdoba Magaña
6/25/2020 07:14:29 am

TODOS USTEDES ESTÁN PENDEJOS. YO SOY BRUJO MEXICANO Y TENGO PODERES.

Responder
Alfredo Cambrano Prats
12/26/2022 03:13:49 pm

Hola. Cuando yo tenía 18 años a través de un brujo hice un pacto de sangre con el diablo pidiéndole dinero y mujeres a cambio de adorar a la "Santa" Muerte todos los días a las 3:00 am. Al mes de ese pacto las mujeres más bonitas se me ofrecían en el trabajo y en los lugares que frecuentaba, etc., tenía dinero pero se me iba tan pronto como llegaba. Tenía que gastarlo todo en cuanto llegaba.

Cierto día en un antro aquí en México hubo una balacera, una bala alcanzó mi pecho, pero no me pasó nada, sólo me quedaron restos de pólvora. Ese día a las 3:00 am el diablo se presentó ante mí, no era a como lo pintan en las películas como un monstruo o color rojo o feo sino todo lo contrario, era un hombre alto, de ojos azules, vestía de negro, bastante bien parecido, se veía medio príncipesco, me dijo (sin hablar, más bien solo escuchaba sus pensamientos) que esa noche él me había protegido con su "manto".

Al cabo de un año, se me hizo bastante difícil estar adorando a la "Santa" Muerte todos los días a las 3:00 am y dejé de hacerlo. En ese momento, empezó todo un calvario, mis Padres enfermaron, en casa se veían sombras de seres pequeños que corrían, escondían las cosas, etc., ya no había dinero en casa, etc...

Ese día un amigo de una Iglesia Adventista me invitó a una predicación. Fui, y en la predicación el Pastor hizo un llamado, yo pasé, y sentí que algo entraba en mi, era una fuerza grande, después de eso ya no recuerdo nada, todo lo que pasó me lo contó mi amigo Raúl, quien me dijo que yo había intentado ahorcar al Pastor y que hablaba en otro idioma...

Ese día se me apareció nuevamente el mismo ser principesco, y me dijo que Dios no me amaba, que yo le pertenecía a él, le dije que yo no lo adoraba a él, sino a la "Santa" Muerte, él soltó una carcajada y me dijo que él era la Santa Muerte y que la Santa Muerte era otro más de sus engaños para tener atrapada a la gente...

Yo tiré el altar que tenía, y a las pocas semanas se escuchaban golpes en las paredes, azotaban las puertas, etc., de la Iglesia Adventista venían a visitarme, oraban conmigo y todo cesaba por un tiempo, pero al paso de un mes todo empezaba nuevamente...

Fue finalmente que un Pastor de la misma Iglesia Adventista vino a orar por mi, en esa ocasión sucedieron muchas cosas de las que luego me enteré porque mi amigo de esa iglesia me las contó, en esa visita el demonio habló a través de mi y dijo que él era Belcebú, que nadie podía contra él, en cierto momento de las oraciones mi amigo me contó que el diablo dijo que les daba 3min para que todos se fueran, y que si no se iban él se iba a materializar enfrente de ellos y que iba a matarlos, mi amigo me contó que pasando esos tres minutos yo comencé a tirar espuma por la boca, a convulsionar, etc., pero que no pasó nada, fue allí que una de las personas le preguntó al diablo porqué no se había presentando a como los había amenazado, mi amigo me dijo que él demonio dijo: "porque Él (señalando con el dedo hacia el cielo) no me lo permitió"...

Agradezco a aquellas personas, porque pude quedar liberado, me arrepiento por haber pedido todo eso... Nada valió la pena pero tuve que vivirlo en carne propia para poder ver que esas son cosas con las que no se juega....

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    Índice de entrevistados:

    Pedro Friedeberg
    Arturo Rivera

    ​Mtro. Alejandro Montiel
    Pbro. José Antonio Fortea

    Hadi Moussally​
    Avelina Lésper

    Solange Matarasso
    ​
    Daniel Gerber
    Néstor Braunstein
    María Luisa Rivera


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